Transporte y desplazamiento

Suomenlinna sólo es accesible en barco. La travesía requiere aproximadamente 15–20 minutos. El ferri funciona todo el año, mientras que el autobús acuático sólo funciona de mayo a septiembre.

Ferri

Los ferries zarpan frente al palacio presidencial, en el extremo oriental de la plaza del mercado (Kauppatori). El ferri de regreso zarpa del muelle principal de la isla de Iso Mustasaari. El ferri está integrado en el sistema de transporte urbano de Helsinki y admite todos los billetes de HSL. Es imprescindible adquirir los billetes para el ferri con antelación en la máquina de billetes del muelle de salida. En verano también pueden adquirirse en un quiosco situado en la plaza del mercado.

Autobús acuático

Los autobuses acuáticos operan desde el muelle de cruceros de la plaza del mercado. El autobús acuático de regreso zarpa desde el muelle del Centro Suomenlinna y también hace escala en la Puerta del Rey. Los billetes pueden adquirirse a bordo o en el quiosco de la plaza del mercado. El autobús acuático no admite los billetes de HSL.

Los visitantes exploran la fortaleza a pie. La ruta azul recorre Suomenlinna de Norte a Sur. Todos los principales lugares de interés están situados a lo largo de esta ruta, señalizada con rótulos azules y representada con una línea azul en los mapas.

Una ruta algo más accesible, recomendada para visitantes con movilidad reducida y usuarios de sillas de ruedas o carritos de bebé, tiene un recorrido prácticamente paralelo al de la ruta principal. Esta ruta no está totalmente libre de obstáculos, pero evita algunas de las cuestas más empinadas y los terrenos más irregulares de la ruta azul. El Centro de visitantes ofrece un mapa de la ruta más accessible para sillas de ruedas.

Las fortificaciones, las murallas y los terraplenes no están vallados y se prolongan durante muchos kilómetros. Los visitantes pueden recorrer libremente la fortaleza por su cuenta y riesgo y por ello deben hacerlo con precaución. No se debe permitir que los niños deambulen sin supervisión ni que escalen las murallas.

Muchos lugares que parecen seguros pueden entrañar un riesgo de caída. La vegetación en verano y la nieve en invierno pueden ocultar la línea en la que comienza un precipicio. Al caminar por la costa, tenga en cuenta el tráfico marítimo, dado que las embarcaciones pueden dar lugar a corrientes peligrosas a su paso. El terreno es resbaladizo en invierno.